Poetas de Córdoba: (de izq. a der. arriba) Lila Perrén de Velasco, Anny Abrutsky, María Rosa Finchelman, Susana Lobo Mayorga, Sonia Rabinovich; (izq. a der. abajo) Angélica Garay, Lucía Gris y Esther Ramondelli EL NOMBRE Se podría llamar bosque incendiado pasión no consumida; mansedumbre en vigilia amenazante. Libro de salmos roto, diálogo interrumpido búsqueda insomne o acaso sombra en llamas de sí mismo. Se podría llamar peregrinante hacia "el mar del morir"; un ángel caído; tiniebla hasta que un día se haga la luz que no termina nunca. Árbol, hermano, prójimo, extranjero... Unidad mantenida a tropezones; amor clamante, miseria suspendida de la Misericordia. Se podría llamar asombro, estrella ciega, contradicción, hartazgo, hambre, ceniza, andar descalzo, desvalido, ser gratuito... Pero se llama hombre. Y eso es todo. Esa sola palabra lo defiende. Lila Velasco
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besos